Un recurso esencial para proteger la información
El backup es una copia de seguridad que se crea para preservar información importante en caso de pérdida, daño o ataque informático.
Estas copias permiten restaurar datos de forma rápida, lo que resulta crucial ante incidentes como fallos del sistema, errores humanos o infecciones por malware.
Dado que los datos se han convertido en uno de los recursos más valiosos de cualquier organización, la realización de copias periódicas se ha vuelto imprescindible.
Además, muchas empresas combinan distintos tipos de almacenamiento para asegurar la disponibilidad incluso si uno de los sistemas falla.
Estrategias habituales en la realización de copias
Existen múltiples formas de planificar un backup eficaz.
La estrategia más conocida es la regla 3-2-1: conservar tres copias de los datos, almacenarlas en dos soportes distintos y guardar una de ellas fuera de la empresa.
Asimismo, es posible optar por copias completas, incrementales o diferenciales, según la frecuencia de cambios en la información.
Una revisión profesional de la infraestructura, como la que se realiza en una auditoría de seguridad, permite identificar qué método es más adecuado para proteger los sistemas de cada organización.
Riesgos de no contar con copias adecuadas
La ausencia de un backup actualizado puede provocar consecuencias graves.
Entre ellas destacan la pérdida permanente de datos, la interrupción de servicios y el aumento de costes operativos.
Incluso incidentes menores pueden afectar la continuidad del negocio si no existe una copia reciente que permita restaurar el entorno rápidamente.
Por otro lado, los ataques que cifran información, como el ransomware, pueden dejar inoperativa una empresa durante días.
Por lo tanto, disponer de copias aisladas y verificadas es una defensa esencial ante cualquier incidente.
Cómo implementar un sistema eficaz
Para establecer un plan de backup, es necesario analizar la criticidad de cada tipo de dato y definir una frecuencia adecuada.
También resulta recomendable automatizar las copias para minimizar errores humanos.
Además, la formación del personal ayuda a comprender la importancia de estas prácticas, algo que se aborda en los programas de formación y concienciación.
Finalmente, revisar periódicamente la integridad de las copias y realizar simulaciones de restauración garantiza que el proceso funcionará correctamente cuando sea necesario.